jueves, 31 de marzo de 2011

Salmos 25:1-5

Salmos 25:1: A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
Salmos 25:2: Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
Salmos 25:3: Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Salmos 25:4: Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.
Salmos 25:5: Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.

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